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dimarts, 3 de març del 2015

7 consells per tractar amb nens difícils en urgències

Resultat d'imatges de numero 7chilla


En pediatria sempre vas a trobar almenys un nen amb una enrabiada i dolorit que arribant al triage es posa a plorar, o que amb prou feines li apropes l'estetoscopi es parteix en crits (sense explicar la teva postguardia i provocant-te una cefalea tensional increïble). 

Aprèn en aquesta ocasió 7 RECOMANACIONS que et faran més amena aquesta exploració tan complicada!

No hi ha dubte, tractar amb nens és molt més difícil que amb adults perquè la majoria d'ells no saben explicar el seu dolor. S'expressen solament amb plor i dificulten la teva exploració. És necessari que demostris les teves habilitats i posis en pràctica tot l'après perquè la teva vida sigui més senzilla, i puguis salvar la d'ells.


Font original en Castellà: Sapiens Medicus


 RECOMENDACIONES

 

1. Sin bata y con la madre

Siempre que vayas a examinar a un paciente en triage, asegúrate que sólo entre uno de los familiares (generalmente la madre); lo más conveniente es que sea el familiar que conozca el padecimiento actual o en su defecto el que esté menos exaltado o agresivo. También recomendamos quitarte la bata, recuerda que muchos niños se predisponen ante los doctores, por lo que si no te reconoce como uno será más sencillo.

2. Observa el berrinche

Es muy importante el ojo clínico al momento que ingresa el paciente al consultorio: es fácil diferenciar a un niño que llora por berrinche de uno que lo hace por dolor; este último se observa decaído, apático, y sin importar lo que le digas, sólo quiere que lo ayudes a curarse; en cambio, un niño con berrinche comienza a gritar y a llorar desenfrenadamente en los brazos de su familiar.

3. Ser amigos

Lo primero que debes hacer con un niño, si su edad lo permite, es preguntarle su nombre y presentarte con él, esto fomentará una relación especial entre ustedes. Continúa haciendo preguntas acerca de temas relativos a su edad: escuela, caricaturas, sus maestros, amigos, etc. y demuestra interés en sus respuestas; el objetivo principal es hacerlo sentir en confianza. En este momento aprovecha y pásale el termómetro al familiar para tomar la temperatura corporal.

4. ¡Vamos a jugar!

Siempre es conveniente tener en el consultorio por lo menos un juguete pequeño, de preferencia con sonido (un pato de hule, una pelota) para que tu paciente esté distraído mientras interrogas al familiar. Realiza sólo las preguntas necesarias y guía el interrogatorio, ya que es muy común que el pariente pierda el hilo de la conversación; pregunta por el motivo de consulta, cuánto tiempo ha pasado desde entonces, qué síntomas tiene el paciente, en su caso si perdió el conocimiento o tuvo relajación de esfínteres, etc. Cuando inicies la exploración física, menciónale al paciente que quieres jugar con él y no le quites su juguete. Mejor que suene el juguete que el niño a pleno pulmón. Si es posible (y no hay alternativa) explora al niño en los brazos de su familiar. Otros métodos que puedes utilizar durante tu exploración es soplar burbujas, tener peluches musicales en el escritorio para hacerlo girar la cabeza en la otoscopia, etc. Lo importante es distraerlo lo más posible para que tu exploración sea precisa.

5. Las inyecciones infernales

Sin duda, el peor temor de todo niño (y de muchos adultos) son las inyecciones. Los médicos nos hemos ganado un lugar en los regaños de muchas madres “Si te portas mal te llevaré con el doctor para que te inyecte”.  A pesar del dolor que ocasionan, las vacunas son muy necesarias cuando son indicadas, por lo que saber convencer a un niño para que se deje es imperativo. Existen varios métodos para distraerlo mientras se administra el medicamento, el familiar junto contigo deben ayudarlo y explicarle en qué consisten:
  • Pídele que inspire profundamente, después que inhale y exhale varias veces rápidamente durante todo el proceso.
  • Pídele que tosa moderadamente 2 veces; intenta hacer coincidir la segunda ocasión con la introducción de la aguja.
  • Otra técnica es pedirle que muerda un objeto (una manta, un juguete de plástico no tóxico, un abatelenguas, etc.) durante la parte dolorosa del procedimiento.

6. ¡Bebes!

Cuando vas a realizar algún procedimiento en un bebé (o en un paciente que de plano no quiere cooperar), obviamente no vas a poder convencerlo de no moverse. En esta situación puedes utilizar varias técnicas:
  • Envolverlo como “tamal”, literalmente. Envuelve al paciente con una manta y sólo libera la parte del cuerpo en la que vas a trabajar (por ejemplo, un brazo para toma de muestras de laboratorio), así evitarás movimientos bruscos y lesiones innecesarias.
  • Auxíliate de otras personas: si el método anterior no funciona para el paciente, pide al personal de enfermería y familiares que te ayuden para sostenerlo firme pero gentilmente de las extremidades y la cabeza; si el paciente no quiere cooperar, en ocasiones es necesario utilizar esta encimoterapia”.

7. ¿Y los medicamentos?

No solamente es lidiar con el berrinche del niño, también puedes auxiliarte con el uso de sedantes, pero éstos sólo debes utilizarlos en ocasiones especiales. Por ejemplo, cuando se realiza una tomografía o una resonancia magnética, en donde es indispensable mantener al paciente inmóvil. 

Pero ¿si el paciente no tiene catéter venoso? sencillo, existen otras vías de administración como son la oral, la rectal, la intranasal e incluso la inhalada. Recuerda que para el uso de estos medicamentos existen diversos criterios que debes utilizar (ASA), además de mantener un monitoreo constante de los signos vitales. Los procedimientos más comunes en donde puedes utilizarlos son: reducción de fracturas, sutura de heridas (solo si es necesario),  aspiración de médula ósea, colocación de un catéter central, una punción lumbar, etc.

Es indispensable siempre tener una actitud positiva frente al paciente y su familiar, la impresión que proyectes es la tranquilidad que vas a inspirar en tus pacientes; siempre sonríe y recuerda que ninguna consulta dura para siempre.

Referencias

  • Hsu Deborah C., Cravero Joseph P. (2015). Selection of medications for pediatric procedural sedation outside of the operating room. En Post TW (Ed). UpToDate, Waltham, MA. Recuperado de http://www.uptodate.com/home/index.html
  • Kliegman Robert, Behrman Richard E. (2013). Nelson tratado de pediatría 19 edición. Elsevier.
  • Murtagh, J. (2013). Murtagh´s Practice Tips 6th edition. Australia: McGrawHill.