Breu descripció


Vols informació?

El Metacercador d´Informació Sanitària


El Metabuscador

Loading

dimarts, 23 de juny del 2015

Els 9 fàrmacs que no hauries de receptar a embarassades!

Resultat d'imatges de numero nueve no
Entrada original de Sapiens Medicus
Los 9 fármacos que no deberías recetar a embarazadas, sea cual sea la circunstancia.

1. Psicofármacos: Litio, Diacepam y cols.

De 21-33% de las embarazadas consumen algún psicofármaco. Aunque muchos de ellos atraviesan la barrera placentaria, sus estudios científicos hasta la fecha no han sido concluyentes en relación al desarrollo de malformaciones congénitas, sólo se sabe que el riesgo teratogénico se aumenta con:
  • Valproato/Carbamazepina, que aumentan el riesgo de espina bífida, dismorfología facial, autismo, comunicación interauricular, paladar hendido, hipospadias, polidactilia, craneosinostosis y defectos en el tracto urinario.
  • Litio, que se relaciona con coartación aórtica, atresia mitral, y de manera muy particular con la anomalía de Ebstein (afectación de válvula tricúspide y ventrículo derecho). En esta última, después de la exposición en el primer trimestre, el riesgo aumenta 20 veces más que en la población normal.
  • Haloperidol/Olanzapina/Risperidona, estos ejercen su mayor toxicidad en el producto durante el tercer trimestre y en etapa neonatal cursando con: sedación, hipotonía muscular, dificultad respiratoria, hipotensión, entre otras.
  • Benzodiazepinas; aunque no está muy clara su participación, se han relacionado con fisura oral, estenosis pilórica, así como con riesgo elevado de parto prematuro y bajo peso al nacer.

2. Antibióticos (pero no todos)

Los antibióticos que debes evitar recetar durante el embarazo son:
  • Claritromicina, pues se ha relacionado con mayor riesgo de aborto involuntario.
  • Doxiciclina/tetraciclina, por su relación con trabajo de parto prematuro.
  • Fluoroquinolonas, debido a la relación que tiene con artropatía fetal.
  • Trimetroprim, que aunque es común que sea indicado para tratar infecciones del tracto urinario, se ha relacionado con una mayor incidencia en defectos del tubo neural (medítalo dos veces).
Como alternativa para tratar procesos infecciosos, procura indicar fármacos de la familia de las penicilinas, cefalosporinas, azitromicina o gentamicina, los cuales se ha registrado que tienen un riesgo teratogénico mínimo.

3. IECA’s o ARA II

En el embarazo es importante estar al pendiente de la tensión arterial, pero JAMÁS utilices IECA ó ARA II, existen riesgos fetales significativos asociados con su uso en todas las etapas del embarazo. Durante el primer trimestre se relacionan con anomalías tales como defectos en la aurícula y/o defecto septal ventricular, ductus arterioso permeable, espina bífida, microcefalia y coloboma.
Y por si fuera poco, durante el segundo/tercer trimestre los problemas más comunes están relacionados con deterioro de la función renal del producto; lo que resulta en oligohidramnios, así como anuria e insuficiencia renal después del parto.  El oligohidramnios aumenta el riesgo de compresión del cordón umbilical y muerte fetal; también conduce a hipoplasia pulmonar y al desarrollo de contracturas de extremidades y deformaciones esqueléticas.
En cambio, existen fármacos antihipertensivos que tienen un buen perfil de seguridad para su uso en mujeres embarazadas, estos incluyen: metildopa, antagonistas del calcio, hidralazina y labetalol.

4. AINES

En el embarazo son comunes las molestias que pueden ser tratadas fácilmente con AINE’s, sin embargo recuerda evitar:
  • Durante el primer trimestre: Ibuprofeno, pues su ingesta se relaciona con defectos cardíacos estructurales detectados durante los primeros 18 meses de vida.
  • Durante el tercer trimestre: Ácido acetilsalicílico, Naproxeno, Diclofenaco, Piroxicam, Indometacina o Ibuprofeno pues se ha demostrado que provocan cierre prematuro del conducto arterioso. Además, se asocian con aborto espontáneo y, aunque esta relación es débil, se recomienda evitarlos.

5. Metamizol

Aunque atraviesa la barrera placentaria, no se ha demostrado su efecto teratogénico; sin embargo, es recomendado no consumirlo durante el primer trimestre. Hacia el tercer trimestre no se recomienda su administración por las mismas razones que cualquier otro AINE. 

6. Warfarina

La exposición temprana durante el embarazo puede causar hipoplasia nasal, epífisis punteada y restricción del crecimiento intrauterino; también pueden producirse malformaciones del sistema nervioso central si se consume al final del embarazo, debido a la hemorragia.

7. La infame talidomida

El villano favorito sin lugar a dudas, a este fármaco se le ha achacado el aumento en la incidencia de sordera, anotia, defectos de reducción pre-axiales de extremidades, focomelia, defectos septales ventriculares y atresias gastrointestinales. Y todo por no llevar medidas de bioseguridad antes de aprobarlo durante el siglo pasado (bendita sea la Medicina Basada en Evidencias).

8. Andrógenos

Están contraindicados durante el embarazo debido a que son responsables de producir datos de virilización en el feto femenino. Durante el primer trimestre producen fusión de los pliegues labioescrotales con una inadecuada formación de uretra y vagina; su consumo posterior al primer trimestre produce clitoromegalia.

9. Micofenolato de mofetilo

La exposición durante el primer trimestre se ha visto asociada a abortos espontáneos, anormalidades del oído, extremidades distales, corazón, esófago, riñón y labio/paladar hendido. Si quieres que la familia y el pediatra sean felices y tengan un neonato adecuadamente formado, ¡evítalo a toda costa!
Para finalizar, un dato interesante nivel #RetoalNerdo: la Food and Drug Administration (FDA) anunció que quitará las categorías de embarazo (A, B, C, D y X), que se han utilizado desde hace 40 años para evaluar el potencial de un medicamento para dañar al feto, debido a que a menudo son confusas, lo que podría dar lugar a la toma de decisiones clínicas mal informadas. A partir del 30 de junio de 2015, se debe agregar en el etiquetado de los medicamentos un resumen de los riesgos potenciales, tales como anomalías estructurales, alteraciones funcionales, mortalidad embrión/feto o alteraciones del crecimiento potencialmente causadas por su consumo.

Referencias:

  1. Bonnie L Bermas, MD (2014). Use of antiinflammatory and immunosuppressive drugs in rheumatic diseases during pregnancy and lactation. En: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA. (Accessed on March 17, 2015.)
  2. FDA Scraps Pregnancy Labeling Classification System in Favor of New Standard. http://www.raps.org/Regulatory-Focus/News/2014/12/03/20893/FDA-Scraps-Pregnancy-Labeling-Classification-System-in-Favor-of-New-Standard/ (Accesed on March 18, 2015)
  3. Lucia Larson, MD, Raymond Powrie, MD (2014). Treatment of respiratory infections in pregnant women. En: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA. (Accessed on March 17, 2015.)
  4. Phyllis August, MD, MPH (2013). Angiotensin converting enzyme inhibitors and receptor blockers in pregnancy. En: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA. (Accessed on March 17, 2015.)
  5. Victoria Hendrick, MD (2015). Teratogenic and postnatal risks of antipsychotics, benzodiazepines, lithium, and electroconvulsive therapy. En: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA. (Accessed on March 17, 2015.)